Para asegurar que tus alimentos se mantengan frescos y seguros, especialmente durante los meses más cálidos, hay algunas pautas simples, pero efectivas que puedes seguir. Primero, organiza tu frigorífico de manera que cada tipo de alimento tenga su lugar ideal, lo que no solo ayuda a su conservación, sino también a evitar el desperdicio. Por ejemplo, guarda las carnes y pescados en la parte más fría y las frutas y verduras en cajones menos fríos para que no se dañen. Además, es crucial mantener limpias todas las áreas de tu cocina para prevenir las intoxicaciones alimentarias. Aquí tienes 5 puntos clave para conservar mejor los alimentos.
- Zona más fría para carnes y pescados: Almacena estos alimentos en la parte más fría para evitar la contaminación bacteriana. Esto mantiene la carne segura y prolonga su frescura.
- Frutas y verduras en cajones: Utiliza los cajones para frutas y verduras, manteniéndolos a una temperatura menos intensa para evitar daños. Esto ayuda a preservar sus nutrientes y textura.
- Uso de recipientes herméticos: Guarda alimentos en recipientes herméticos para evitar derrames y mantener la higiene. Esto también ayuda a organizar mejor el espacio disponible.
- Revisión y rotación de alimentos: Revisa regularmente las fechas de caducidad y consume los alimentos más perecederos primero. La rotación adecuada asegura que no desperdicies comida.
- Limpieza y mantenimiento: Mantén tu nevera y congelador limpios para evitar olores y contaminación cruzada. Una limpieza regular es esencial para la higiene alimentaria.